martes, 26 de noviembre de 2013

La importancia de la espiritualidad para la salud


 Por  Leonardo Boff
Por regla general todos los trabajadores de la salud han sido modelados por el paradigma científico de la modernidad que ha hecho una separación drástica entre cuerpo y mente y entre ser humano y naturaleza. Así se han creado muchas especialidades que tantos beneficios han traído para el diagnóstico de las enfermedades y también para las formas de curación.
Reconocido estos méritos, no podemos sin embargo olvidar que se ha perdido la visión de totalidad: el ser humano dentro de una visión más amplia de la sociedad, de la naturaleza y de las energías cósmicas, la enfermedad como una fractura de esta totalidad, y la curación como la reintegración en ella.
Hay en nosotros una dimensión que responde por el cultivo de esta totalidad, que vela por el eje Estructurador de nuestra vida: es la dimensión del espíritu. Espiritualidad viene de espíritu; es el cultivo de lo que es propio del espíritu, su capacidad de proyectar visiones unificadoras, de relacionar todo con todo, de conectar y reconectar todas las cosas entre sí y con la Fuente de Originaria de todo ser.
Si el espíritu es relación y vida, su opuesto no es materia y cuerpo sino la muerte como ausencia de relación. En este sentido, espiritualidad es toda actitud y actividad que favorece la expansión de la vida, la relación consciente, la comunión abierta, la subjetividad profunda y la trascendencia como modo de ser, siempre dispuesto a nuevas experiencias y a nuevos conocimientos.
Los neurobiólogos y estudiosos del cerebro han identificado la base biológica de la espiritualidad; se encuentra en el lóbulo frontal del cerebro. Descubrieron empíricamente que siempre que se captan los contextos más globales o se produce una experiencia significativa de totalidad o también cuando que se abordan de forma existencial (no como objeto de estudio) realidades últimas cargadas de sentido, y se producen actitudes de adoración, devoción y respeto, hay una aceleración de las vibraciones periódicas de las neuronas localizadas allí. A este fenómeno lo llamaron el «punto Dios» en el cerebro o la aparición de la «mente mística» (Zohar, SQ: Inteligencia Espiritual, 2004). Es como un órgano interior por el cual se capta la presencia de lo Inefable dentro de la realidad.
Este hecho constituye un avance evolutivo del ser humano que, como ser humano-espíritu, percibe la Realidad Fontal sustentando todas las cosas. Se da cuenta de que sorprendentemente puede entablar un diálogo y buscar una comunión íntima con ella. Tal posibilidad lo dignifica, pues lo espiritualiza y lo conduce a un mayor grado de percepción del Enlace que conecta y reconecta todas las cosas. Se siente dentro de ese Todo.
Este «punto Dios» se revela por valores intangibles como más compasión, más solidaridad, más sentido de respeto y dignidad. Despertar este «punto Dios», quitar las cenizas con las que una cultura excesivamente racionalista y materialista lo cubrió, es permitir que la espiritualidad aflore en la vida de las personas.
A fin de cuentas espiritualidad no es pensar a Dios, sino sentir a Dios a través de ese órgano interior y experimentar su presencia y actuación desde el corazón. Lo percibimos como entusiasmo (en griego significa tener un dios dentro) que nos lleva y nos sana y nos da voluntad de vivir y de crear continuamente sentidos de existir.
¿Qué importancia prestamos a esta dimensión espiritual en el cuidado de la salud y de la enfermedad? La espiritualidad tiene una fuerza curativa propia. No es de ninguna manera algo mágico y esotérico. Se trata de potenciar las energías características de la dimensión espiritual, tan válida como la inteligencia, la libido, el poder, el afecto entre otras dimensiones de lo humano. Estas energías son altamente positivas como amar la vida, abrirse a los demás, establecer lazos de fraternidad y solidaridad, ser capaz de perdón, de misericordia y de indignación ante las injusticias de este mundo, como lo have ejemplarmente el Papa Francisco.
Además de reconocer todo su valor a las terapias conocidas hay todavía un supplément d’âme como dirían los franceses, un complemento de lo que ya existe, que lo refuerza y enriquece con factores oriundos de otra fuente de curación. El modelo establecido de medicina no tiene, por supuesto, el monopolio del diagnóstico y la curación. Es aquí donde se abre camino la espiritualidad.
La espiritualidad en primer lugar fortalece en la persona la confianza en las energías regenerativas de la vida, en la competencia del médico/a, en el cuidado diligente del enfermero/a. Sabemos por la psicología profunda y la transpersonal el valor terapéutico de la confianza en el curso normal de la vida. Confianza significa básicamente decir: la vida tiene sentido, vale la pena, tiene una energía interna que la autoalimenta, es preciosa. Esta confianza pertenece a una visión espiritual del mundo.
Pertenece a la espiritualidad la convicción de que la realidad que captamos es más de lo que los análisis nos dicen. Podemos tener acceso a la misma por los sentidos interiores, por la intuición y por los caminos secretos de la razón cordial. Se puede ver que hay un orden subyacente al orden sensible, como sostenía siempre el gran físico cuántico, y premio Nobel, David Bohm, alumno predilecto de Einstein.
Este orden subyacente responde de los órdenes visibles y siempre puede traernos sorpresas. A menudo los mismos médicos se sorprenden de la rapidez con que alguien se recupera o cómo situaciones consideradas normalmente como irreversibles, retroceden y acaban curando. En el fondo es creer que lo invisible e imponderable es parte de lo visible y previsible.
Pertenece también al mundo espiritual, la esperanza inquebrantable de que la vida no termina con la muerte, sino que se transfigura a través de ella. Nuestros sueños de regresar a la vida normal desencadenan energías positivas que contribuyen a la regeneración de la vida enferma.
Una fuerza mayor, sin embargo, es la fe de sentirse en la palma de la mano de Dios. Entregarse confiadamente a su voluntad, desear sinceramente la curación, pero también aceptar serenamente si nos llama a si: esto es la presencia de la energía espiritual. Nosotros no morimos, Dios viene a buscarnos y a llevarnos a donde pertenecemos desde siempre, a su casa a convivir con Él. Tales convicciones espirituales actúan como fuentes de agua viva, generadoras de curación y de potencia de vida. Es el fruto de la espiritualidad.
Traduccion de Maria Jose Gavito Milano

martes, 5 de noviembre de 2013

¿Dónde están los tesoros?




"En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No acumulen ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el moho los destruyen, donde los ladrones perforan las paredes y se los roban. Más bien acumulen tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el moho los destruyen, ni hay ladrones que perforen las paredes y se los roben; porque donde está tu tesoro, ahí también está tu corazón"  Mateo 6, 19-23

Cuando pensamos en Tesoros, quizás lo primero que se nos venga en mente sea un cofrecito lleno  monedas de oros, perlas y quizás unos cuantos rubíes y diamantes. También quizás se nos venga en mente la idea  de que están enterrados y que podríamos encontrar uno en  alguna playa que visitemos.   Muy a lo Hollywood. 

Pero también hay otras ideas como las misteriosas que nos cuentan los libros y las leyendas. Sea cual sea, un elemento une a estas historias: Los tesoros son Riquezas monetarias,  tangibles y lo más importante:  Nos pueden hacer ricos.


La idea de Riqueza,  es tan antigua como el hombre. Podríamos decir nacemos, vivimos por ella. De alguna manera tratamos de alcanzarla como el burrito que  sigue a la zanahoria.  Pero ¿ Qué tan real pueden ser las  riquezas?  

Sabemos que existe un 10% de la población mundial que es  rico, sufrimos por injusticias sociales debido a ello todo el tiempo. Sabemos también que no te pueden dar felicidad, pero crea las condiciones.  Y lo más importante,  también sabemos,  pero siempre lo olvidamos : Las riquezas pueden permanecer en el tiempo, pero nosotros no.  No somos inmortales y cruel " Destino" nunca lo seremos...

El mismo Maestro lo dijo, y nos dejó un acertijo: " ...porque donde está tu tesoro, ahí también está tu corazón" 

¿ Qué habrá querido decir?

 Esta mañana encontré esta bella historia.  Podría darnos una pista, de las muchas que se necesitan. 

"Una mujer sabia que viajaba por las montañas, encontró una piedra preciosa en un arroyo. Al día siguiente se encontró con otro viajero que estaba hambriento, y la mujer sabia abrió su bolsa para compartir su comida. El hambriento viajero vio la piedra preciosa y le preguntó a la mujer si se la daba. La mujer lo hizo sin dudar. El viajero partió, alegrándose de su buena fortuna. Él sabía que la piedra valía lo suficiente para darle seguridad por toda la vida. Pero unos días más tarde volvió a devolverle la piedra a la mujer sabia. "He estado pensando", dijo, "lo que vale la piedra, pero te la devuelvo con la esperanza de que me puedas dar algo aún más precioso. Dame lo que tienes dentro de ti que te permitió darme la piedra". 


lunes, 28 de octubre de 2013

Lo que Realmente importa


No cabe  duda que la vida es difícil, la vida es dura, la vida muchas veces es injusta. Es una de esas conclusiones a las que en algún en otro momento hemos declarado, no sin un dejo de amargura, frustración y dolor en nuestros corazones.

 Pero no todo es blanco y negro en  la vida, y  gracias a  Dios por ello. En  la vida pasan cosas buenas, y cosas maravillosas.  Pero lastimosamente  muchas veces nos dejamos  nublar la vista por estas nubes negras, y  muy pocas veces podemos divisar el arco iris que también viene con ellas.

 Y aún cuando sabemos que necesitamos  pasar tormentas para poder encontrar la calma, oscuridad para encontrar la luz, deberíamos a como Hiciera Pandora, correr a  guardar todos esos instantes felices,  en el cofrecito de nuestra mente, atesorarlos en nuestro corazón, porque al final  esos son los que Realmente importan...

 Y   para ponerle más imágenes a todo esto , a como nos enseñara el Maestro de Maestros. Les comparto este bella e inspiracional Historia.

El buscador
                                            Por Jorge Bucay
Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como un buscador…
Un buscador es alguien que busca; no necesariamente alguien que encuentra.
Tampoco es alguien que, necesariamente, sabe qué es lo que está buscando. Es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.
Un día, el buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Había aprendido a hacer caso riguroso de estas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo. Así que lo dejó todo y partió.
Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos, divisó, a lo lejos, Kammir, Un poco antes de llegar al pueblo, le llamó mucho la atención una colina a la derecha del sendero. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadores. La rodeaba por completo una especie de pequeña valla de madera lustrada.
Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar.
De pronto, sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en aquél lugar.
El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles.
Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de aquel paraíso multicolor.
Sus ojos eran los de un buscador, y quizá por eso descubrió aquella inscripción sobre una de las piedras:
Abdul Tareg, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días
Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que aquella piedra no era simplemente una piedra: era una lápida.
Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en aquel lugar.
Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla. Decía:
Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas
El buscador se sintió terriblemente conmocionado.
Aquel hermoso lugar era un cementerio, y cada piedra era una tumba.
Una por una, empezó a leer las lápidas.
Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto.
Pero lo que lo conectó con el espanto fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los once años…
Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar.
El cuidador del cementerio pasaba por allí y se acercó.
Lo miró llorar durante un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.
-No, por ningún familiar —dijo el buscador—. ¿Qué pasa en este pueblo? ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué hay tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que les ha obligado a construir un cementerio de niños?
El anciano sonrió y dijo:
- Puede usted serenarse. No hay tal maldición. Lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré…:
“Cuando un joven cumple quince años, sus padres le regalan una libreta como esta que tengo aquí, para que se la cuelgue al cuello. Es tradición entre nosotros que, a partir de ese momento, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella:
A la izquierda, qué fue lo disfrutado.
A la derecha, cuánto tiempo duró el gozo.
Conoció a su novia y se enamoró de ella. ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla? ¿Una semana? ¿Dos? ¿Tres semanas y media…?
Y después, la emoción del primer beso, el placer maravilloso del primer beso…¿Cuánto duró? ¿El minuto y medio del beso? ¿Dos días? ¿Una semana?
¿Y el embarazo y el nacimiento del primer hijo…?
¿Y la boda de los amigos?
¿Y el viaje más deseado?
¿Y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano?
¿ Cuánto tiempo duró el disfrutar de estas situaciones?
¿Horas? ¿Días?
Así, vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos… Cada momento.

Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es para nosotros el único y verdadero tiempo vivido”.

domingo, 25 de noviembre de 2012

How Gratitude Helps Relationships

*It´s better to give than recieve* now we know why... check  out the fellow article and yu´ll find out why...

 

Do you appreciate the importance of gratitude in your relationship?"Wham, Bam, Thank you, Ma'am" - a cryptic phrase made popular by an old Dean Martin song - was obviously written from a man's point of view. It epitomizes the kind of glib, get-it-overwith quickie that immediately makes many women cringe.

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But how often do we girls virtually do the same thing - say things we really don't mean, outside the bedroom? We're so programmed with "please" and "thank you" manners from an early age, we say "how are you" and "thanks" so often, they automatically come rolling out of our mouths, almost without thinking.

Yet, do we mean it? Are we really, sincerely interested when we ask, or thankful when we say it? I'll be honest, not usually.

Try responding to that obligatory "How are you?" with the details of your day or your aching back and watch how fast you get that look of shock and annoyance that you're actually answering. Superficiality seems to be the norm now in so many ways. Deep, sincere thank yous, given with meaning, are much rarer.

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We take a lot for granted. When I travelled to South America, I was deeply touched by how little most people had, yet how grateful they were for what they did have. Living in what we might consider abject poverty, common every-day people can be seen up and outside their handmade sod houses at 5:30 a.m, sweeping their dirt sidewalks with pride.

Here in America, we have so much, yet we concentrate mostly on what we want and wanting more. And even when we do get it, we generally aren't all that excited. In fact, the "high" of shopping all too quickly fades by the time we get the new purchase home.

But how important is gratitude, really, other than the warm and fuzzy feeling we get when someone admires us or we receive a gift? Beyond simple manners, why is gratitude in relationships so important?

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Believe it or not, there is even chemistry involved in the act of giving and receiving. "Tis better to give than receive" is one of the most famous verses in the New Testament and apparently, now it's been proven.

Jordan Grafman and his team of scientists have demonstrated that giving a present to someone else actually feels better than receiving one. Giving a gift activates Dopamine and Oxytocin releasers, those feel good neurotransmitters we all crave, whether we're addicted to love, sex or something else.

Dopamine, the neurochemical associated with reward and happiness, gets stimulated by receiving. But the interesting thing is that when someone gives, as to a charity, for instance, the same places in the brain light up and are more stimulated then when people receive rewards. The neurochemical here? Oxytocin, the nurturing one.

Controlled experiments observing acts of kindness, like gift giving, also demonstrate that there are always three people who benefit from any interchange of this type: the giver, the receiver and the observer. Giving and receiving each stimulates their own chemistry in the brain but even being a witness to generosity initiates a cascade of neurochemicals that wash the observer in good feelings.

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Scientists affirm that practicing gratitude actually alters the neurochemistry of our brain, decreasing physical pain, increasing alertness, supporting better, deeper sleep, promoting overall well-being.

It's contagious. In research reported by Fowler and Christakis in Science Daily, when one person gives money to help others in a "public-goods game," the recipients are more likely to give their own money away to other people in future games. The gratitude and good feelings create a domino effect where the generosity of one person spreads first to three people and then to the nine people who they interact with in the future, and even to others in subsequent waves.

When you're young and in love - or lust - your brain and body are actually high on chemicals and hormones the body secretes in response to the excitement. The passion of sexual love and lust is dominated by Dopamine, that happiness and reward stuff. It's the same one that drives many addictions. But what about when the fire cools?

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When the flame of passionate, ecstatic love subsides to a steady simmer, it's the nurturing, bonding behaviors and gratitude that keep the harmony and good feelings flowing. When love mellows, simple things like smiling, eye-to-eye contact, skin-to-skin contact, caressing, cuddling, giving a treat, surprise or unsolicited compliment to our partner all generate more gratitude and Oxytocin that can nurture and sustain a relationship for the long term.

The bottom line here is this: Whatever you focus on, whatever you put your energy into, you naturally get more of. It's part of the laws of the universe, the physics of momentum. Focus on your misery, and you're bound to stay stuck in it. Focus on any scrap of goodness you can possibly find in your life and you are taking a step toward your freedom out of it.

Sometimes it's all you can do. Feeling gratitude for what you do have, even if it's little, actually shifts your mindset and your energy. It gets you out of yourself and your "poor me" state, it opens your heart and creates a new momentum that continues and amplifies, producing some truly amazing results.

Gratitude heals. And wham bam, just like that, it can open doors that sometimes nothing else can.'

sábado, 22 de septiembre de 2012

what does mean to be remarkable



We can't always define it, but some people have it: They're naturally charismatic.

Unfortunately, natural charisma quickly loses its impact. Familiarity breeds, well, familiarity.

But some people are remarkably charismatic: They build and maintain great relationships, consistently influence (in a good way) the people around them, consistently make people feel better about themselves--they're the kind of people everyone wants to be around...and wants to be.

Fortunately we can, because being remarkably charismatic isn't about our level of success or our presentation skills or how we dress or the image we project--it's about what we do.

Here are the 10 habits of remarkably charismatic people:

1. They listen way more than they talk.


Ask questions. Maintain eye contact. Smile. Frown. Nod. Respond--not so much verbally, but nonverbally.

That's all it takes to show the other person they're important.

Then when you do speak, don't offer advice unless you're asked. Listening shows you care a lot more than offering advice, because when you offer advice in most cases you make the conversation about you, not them.

Don't believe me? Who is "Here's what I would do..." about: you or the other person?

Only speak when you have something important to say--and always define important as what matters to the other person, not to you.

2. They don't practice selective hearing.

Some people--I guarantee you know people like this--are incapable of hearing anything said by the people they feel are somehow beneath them.

Sure, you speak to them, but that particular falling tree doesn't make a sound in the forest, because there's no one actually listening.

Remarkably charismatic people listen closely to everyone, and they make all of us, regardless of our position or social status or "level," feel like we have something in common with them.

Because we do: We're all people.

3. They put their stuff away.

Don't check your phone. Don't glance at your monitor. Don't focus on anything else, even for a moment.

You can never connect with others if you're busy connecting with your stuff, too.

Give the gift of your full attention. That's a gift few people give. That gift alone will make others want to be around you and remember you.

4. They give before they receive--and often they never receive.

Never think about what you can get. Focus on what you can provide. Giving is the only way to establish a real connection and relationship.

Focus, even in part and even for a moment, on what you can get out of the other person, and you show that the only person who really matters is you.

5. They don't act self-important…

The only people who are impressed by your stuffy, pretentious, self-important self are other stuffy, pretentious, self-important people.

The rest of us aren't impressed. We're irritated, put off, and uncomfortable.

And we hate when you walk in the room.

6. …Because they realize other people are more important.

You already know what you know. You know your opinions. You know your perspectives and points of view.

That stuff isn't important, because it's already yours. You can't learn anything from yourself.

But you don't know what other people know, and everyone, no matter who they are, knows things you don't know.

That makes them a lot more important than you--because they're people you can learn from.

7. They shine the spotlight on others.

No one receives enough praise. No one. Tell people what they did well.

Wait, you say you don't know what they did well?

Shame on you--it's your job to know. It's your job to find out ahead of time.

Not only will people appreciate your praise, they'll appreciate the fact you care enough to pay attention to what they're doing.

Then they'll feel a little more accomplished and a lot more important.

8. They choose their words.

The words you use impact the attitude of others.

For example, you don't have to go to a meeting; you get to go meet with other people. You don't have to create a presentation for a new client; you get to share cool stuff with other people. You don't have to go to the gym; you get to work out and improve your health and fitness.

We all want to associate with happy, enthusiastic, fulfilled people. The words you choose can help other people feel better about themselves--and make you feel better about yourself, too.

9. They don't discuss the failings of others...


Granted, we all like hearing a little gossip. We all like hearing a little dirt.

The problem is, we don't necessarily like--and we definitely don't respect--the people who dish that dirt.

Don't laugh at other people. When you do, the people around you wonder if you sometimes laugh at them.

10. ...But they readily admit their failings.

Incredibly successful people are often assumed to have charisma simply because they're successful. Their success seems to create a halo effect, almost like a glow.

The keyword is seem.

You don't have to be incredibly successful to be remarkably charismatic. Scratch the shiny surface, and many successful people have all the charisma of a rock.

But you do have to be incredibly genuine to be remarkably charismatic.

Be humble. Share your screwups. Admit your mistakes. Be the cautionary tale. And laugh at yourself.

While you should never laugh at other people, you should always laugh at yourself.

People won't laugh at you. People will laugh laugh with you.

They'll like you better for it--and they'll want to be around you a lot more.

jueves, 13 de septiembre de 2012

thinking outside the box

 Another inspirational lesson, about Don´t allow the people´s standard decide  our destiny.  the fallow article is about the real bauty we must desperate to achieve in our lives.


Lessons from the 'World's Ugliest Woman': 'Stop Staring and Start Learning'

Lizzie Velasquez, author of Be Yourself, Be Beautiful.When she was in high school, Lizzie Velasquez was dubbed "The World's Ugliest Woman" in an 8-second-long YouTube video. Born with a medical condition so rare that just two other people in the world are thought to have it, Velasquez has no adipose tissue and cannot create muscle, store energy, or gain weight. She has zero percent body fat and weighs just 60 pounds.

In the comments on YouTube, viewers called her "it" and "monster" and encouraged her to kill herself. Instead, Velasquez set four goals: To become a motivational speaker, to publish a book, to graduate college, and to build a family and a career for herself.

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Now 23 years old, she's been a motivational speaker for seven years and has given more than 200 workshops on embracing uniqueness, dealing with bullies, and overcoming obstacles. She's a senior majoring in Communications at Texas State University in San Marcos, where she lives with her best friend. Her first book, "Lizzie Beautiful," came out in 2010 and her second, "Be Beautiful, Be You,"was published earlier this month.

"The stares are what I'm really dealing with in public right now," she told Dr. Drew Pinsky in an interview on CNN's Headline News this week. "But I think I'm getting to the point where… instead of sitting by and watching people judge me, I'm starting to want to go up to these people and introduce myself or give them my card and say, 'Hi, I'm Lizzie. Maybe you should stop staring and start learning'."

Velasquez was born in San Antonio, Texas; she was four weeks premature and weighed just 2 pounds, 10 ounces. "They told us they had no idea how she could have survived," her mother, Rita, 45, told the Daily Mail. "We had to buy doll's clothes from the toy store because baby clothes were too big." Doctors warned Rita and her husband, Lupe, that their oldest child would never be able to walk or talk, let alone live a normal life. (Her two younger siblings were not affected by the syndrome.)

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Instead, she has thrived. Her internal organs, brain, and bones developed normally, though her body is tiny. Since she has no fatty tissue in which to store nutrients, she has to eat every 15 to 20 minutes to have enough energy to get through the day. One brown eye started clouding over when she was 4 years old, and now she's blind in that eye and has only limited sight in the other.

"Some days life doesn't make sense," she writes in "Be Beautiful, Be You." "You just have to change what you can, ask for help and pray about the rest."

She notes her triumphs and posts inspirational messages on Tumblr, and says that she's learned to embrace the things that make her unique. Instead of trying to retaliate against people who have made her feel badly, she sets goals for herself and pushes herself to succeed in spite of the haters. She's even reclaimed YouTube, video blogging about everything from bullying to hair-styling tips to staying positive.

"I feel really glad that I don't look like the celebrities out there that are so beautiful," she told Dr. Drew. "There's a lot of stereotypes attached to that." Not looking like a supermodel "gives people the opportunity to know you personally," she explains. "If they're willing to take that extra step they'll get to know the person you really are."

Of course, the horrible comments left on that old YouTube video stung (the video has since been removed, but Velasquez says she read every single comment). Now, she says, she understands that they're "just words."

"I'm human, and of course these things are going to hurt," she said. "Their judgements of me isn't who I am, and I'm not going to let these things define me."

"I didn't sink down to their level," she said in a follow-up video on YouTube last year. "Instead, I got my revenge through my accomplishments and determination. In the battle between the 'World's Ugliest Woman' video vs. me, I think I won." 

viernes, 10 de agosto de 2012

The lesson about serving others














This week I  was working as translator with a group from USA. It was my first time as translator, and I was trying to do my best.   The  goal    I had : just to  translate. Besides that I did not have another expetetation until  I arrived to the place we were working, until I sow  persons  living in an extremely poverty.

It was a humbling experience to see how they have been struggling just  for   may afford rice and beans. It was humbuling also  to live with them just a few minutes  in a poor house, sweeting  for the hit and wishing to have something better. For me was  humbuling  also  to realize that the wishes I  had are just vanity compare with human basic needs that the people in the "chureca" or "titiptapa" or children in the hospital haven.


 I realize every moment in our life it is a blessing when  you can stop to think about yourself, your goals, and you decide to  seek to your  "neighbor"..  and just like that you can find out the joy, and the happines.  Maybe for that reason Jesus  taught us to love each other, to share each other and to serve each other.. 
  We should ask him.. that every time we would  see  how  he see... touch how he would  touch and love how he do it.